UN DÍA DE SAN VICENTE...
MUY "ENREDADO".
Un profesor, delante de sus alumnos de la
clase de filosofía, sin decir ni una palabra, cogió un bote grande de vidrio y
procedió a llenarlo con piedras del tamaño de pelotas de golf.
Después preguntó a los estudiantes si el
bote estaba lleno. Los estudiantes estuvieron de acuerdo en decir que sí.
El profesor cogió una caja llena de piedras
del tamaño de perdigones y lo vació dentro del bote. Estas llenaron los
espacios vacíos que quedaban entre las piedras más grandes.
El profesor volvió a preguntar de nuevo a
los estudiantes si el bote estaba lleno, y ellos volvieron a contestar que sí.
Después el profesor cogió una caja con arena
y la vació dentro del bote. Por supuesto que la arena llenó todos los espacios
vacíos y el profesor volvió a preguntar de nuevo si el bote estaba lleno. En
esta ocasión los estudiantes le respondieron con un sí unánime.
El profesor, rápidamente añadió dos cafés al
contenido del bote y efectivamente, el líquido llenó todos los espacios vacíos
entre la arena. Los estudiantes reían. Cuando la risa se fue apagando, el
profesor les dijo:
–
Quiero que os fijéis que este bote representa la vida. Las piedras grandes son
las cosas importantes como la familia, los hijos, la salud, los amigos, el
amor, cosas que te apasionan. Son cosas que, aunque perdiéramos el resto y nada
más nos quedasen éstas, vuestras vidas aún estarían llenas. Los piedras más
pequeñas son las otras cosas que nos importan, como el trabajo, la casa, el
coche… La arena es el resto de las pequeñas cosas.
Si primero pusiéramos la arena en el bote,
no habría espacio para las piedras pequeñas ni para las grandes. Lo mismo
sucede con la vida. Si utilizáramos todo el nuestro tiempo y energía en las
cosas pequeñas, no tendríamos nunca lugar para las cosas realmente importantes.
Presta atención a las cosas que son cruciales para tu felicidad. Juega con tus
hijos, concédete tiempo para ir al médico, ve con tu pareja a cenar, practica
tu deporte o tu afición favorita. Siempre habrá tiempo para limpiar la casa,
para reparar la llave del agua. Ocúpate primero de las piedras grandes, de las
cosas que realmente te importan. Establece tus prioridades, el resto solo es
arena.
Uno de los estudiantes levantó la mano y le
preguntó qué representaban los cafés. El profesor sonrío y le dijo:
–
¡Me encanta que me hagas esta pregunta!. Es para demostrar que aunque tu vida
te parezca llena, siempre hay lugar para dos tazas de café con un amigo.
Con este cuento hemos
celebrado el día de San Vicente, donde nos hemos dado cuenta de lo importante
que es poner en el primer puesto a los más empobrecidos y necesitados.
Los alumnos de primaria
nos han contado los que son los “bienaventurados” hoy por hoy. Enfermos,
personas solas, parados, refugiados, jóvenes que padecen el bulling….
Juntos hemos recordado
como para San Vicente, estos, eran sus preferidos.
Y hemos podido renovar
nuestro compromiso de ser VICENCIANOS, en un día como hoy, y COMPLICES del
sueño de SAN VICENTE.
Al finalizar la
celebración nos hemos llevado nuestra tarjeta
y pulsera, con el lema del año ENREDATE , y con las ganas de “hacer lio” en
este mundo que tanto nos necesita.
FELICIDADES A TODOS/AS EN
ESTE IMPORTANTE DÍA Y OJALÁ QUE SAN VICENTE NOS AYUDE A SER CAPACES DE TRABAJAR
Y SERVIR A LOS MÁS EMPOBRECIDOS.