Iniciamos
una semana emblemática en nuestros colegios, en muchas parroquias y en otros
muchos lugares en que las Hijas de la caridad están o han estado presentes.
La
devoción a la Virgen, en su advocación de la Medalla Milagrosa, es un encargo
recibido de María a través de santa Catalina Labouré.
Esta
fiesta es la puerta para el inicio del adviento, regalo de esperanza que Dios
nos hace cada año.
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